En
unos días se cumplirá un mes del arranque de las campañas de Gobernador/a en
nuestro Estado.
Durante
este tiempo hemos escuchado muchas frases armadas, slogans vacíos, si acaso,
algunas promesas, pero poco se ha hablado por parte de los candidatos y la candidata
de cómo piensan, realmente y más allá de
la demagogia, transformar San Luis Potosí.
Un
estado dentro del top ten de los más pobres en México, con más del 51% de la
población en condiciones de pobreza y marginación, requiere acciones urgentes y
con efectos a corto, mediano y largo plazo, que se tomen con un sustento fuerte
y se asuman con compromiso y contundencia.
Es
cierto, la situación no es nueva, es resultado de una serie de desatenciones y
malas decisiones tomadas durante mucho tiempo y claro, no será fácil
revertirlas, pero se puede comenzar ahora o se puede seguir postergando, con
costo directo a los miles de potosinos que no tienen resuelta su necesidad
alimentaria, patrimonial, etc.
Es
irónico pensar que un estado con tanta diversidad natural, con ubicación
geográfica privilegiada se encuentre en condiciones tan desfavorables. Sin
embargo, son esos mismos factores los que podrían brindar las alternativas de
solución.
Se
requiere de visión y de convicción. De visión para diseñar los proyectos y las
estrategias necesarias y de convicción para llevarlas a cabo,
independientemente de quien y en qué momento pueda cosechar los triunfos.
Lamentablemente
en esta "política electorera" que vivimos, lo que importa es quién se
cuelga la medalla y la capitaliza en votos, de ahí que poco importen a la clase
política las medidas a largo plazo que tanto se requieren.
Ojalá
y quienes buscan gobernar a San Luis Potosí realmente tengan algo bueno que
ofrecer, los potosinos así lo estamos demandando.
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