miércoles, 25 de marzo de 2015

Entre lo legal y lo deseable


Esta semana se desató el escándalo cuando se dio a conocer que el ahora Diputado Local, Alfonso Díaz de León, quien aspira a convertirse en diputado federal, no pudo acreditar sus "no antecedentes penales", pues muy oportunamente salió a la luz un proceso judicial, con todo y orden de aprehensión en su contra.


No sólo llama la atención que justo ahora se conozca esta información, también extraña que ésta situación no sea argumento para frenar sus aspiraciones a una diputación federal, pues la carta de no antecedentes penales no es un requisito para obtener un registro como candidato a una diputación federal.


Resulta increíble que en este país para conseguir cualquier empleo se requiera acreditar los no antecedentes penales y que para una gran responsabilidad, como lo es representar a los mexicanos en el Congreso de la Unión no sea considerado necesario.


El argumento legal es simple y está basado en defender los derechos políticos de los ciudadanos, su derecho pues, de ser votado. Sin embargo el sustento legal no le da la solvencia moral.


Y no me refiero sólo a este caso, que he tomado como botón de muestra, esta premisa aplica en varios de los casos que hoy tenemos en medio de la contienda electoral.


Los ciudadanos desearíamos encontrar en la lista de candidatos a los diferentes cargos de elección popular a personas honestas, comprometidas con San Luis, con trayectorias intachables, con honorabilidad probada, con proyectos de gobierno claros y con las mínimas herramientas para desempeñar la función que pretenden les sea conferida.


Pero en contraparte nos topamos con las benevolencias de la ley, que bajo el argumento de la democracia representativa, donde cualquiera puede ser electo, no exige mayores requisitos y que  permite incluso que los pocos que se exigen como es el caso de la residencia, sean torcidos. Así pues, pedimos poco y entregamos mucho.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Todos pierden


A lo largo de esta última semana muchas plumas se han gastado, muchos textos se han escrito, analistas, comentaristas, periodistas, grupos sociales han escrito y opinado sobre la salida de Carmen Aristegui de grupo MVS.



La indignación por la salida del aire de la periodista más reconocida y respetada del país es generalizada, no hay excusa, ni pretexto que valga, se ha perdido un gran espacio informativo, de investigación y de opinión.



Independientemente de las preferencias, de las simpatías y antipatías ha sido reconocida durante décadas. Su particular estilo, el periodismo de investigación, la crítica dura que la caracterizan, a ella y a su equipo, les valieron un lugar importante en los medios de comunicación, reconocidos en el gremio, pero más en la opinión pública.



La causa posible de la salida de Aristegui del aire es gravísima como lo es la consecuencia, el que se pierda una opción informativa de gran peso.



En esta historia no hay ganadores, todos pierden, pierde MVS su espacio informativo más importante y de mayor proyección, pierde Aristegui porque por lo pronto y mientras se resuelva otra cosa, ella y su equipo han perdido el escaparate para mostrar al mundo su trabajo, pero sobre todo, perdemos los mexicanos, un espacio informativo, una opción que enriquecía la pluralidad informativa en México, perdemos la oportunidad de elegir y eso es lo más grave.



Éste es un asunto de interés público en un país que está en lucha por garantizar la libertad de información. Los mexicanos tenemos derecho a saber, a decidir por qué medio nos informamos, a quien elegimos como interlocutor, en quien confiamos, a quién le creemos. Con la salida de Aristegui se nos arrebató ese derecho.


Lo que sucede es que un grupo empresarial fue quien decidió, pero no lo ponga en duda, es un hecho que tendrá que cargar con la consecuencia.



miércoles, 11 de marzo de 2015

De silencios y pretextos

Durante las campañas políticas sobran las voces, los ciudadanos nos llenamos del ruido de los discursos políticos, los slogans y las promesas, ya hasta nos estamos acostumbrando.


Pero una novedad en este proceso electoral son las ansias de quienes ostentan el poder por el inicio de las campañas y no sólo por la oportunidad de respaldar a "su gallo", esta vez, pareciera que lo que les urge es la sucesión.


Esta tendencia de contar los días para salir huyendo se hace notar en todos los niveles de la jerarquía gubernamental pero particularmente entre los secretarios y directores de área que llegaron al cargo más bien por obra de la casualidad, que nunca se sintieron cómodos con la responsabilidad y que han encontrado en la "veda institucional" el pretexto perfecto para esconder la cabeza y esperar que pasen los días hasta el fin de su responsabilidad.


"Nadan de muertito" diríamos de manera popular, y lo han hecho desde que asumieron el encargo, funcionarios grises que aportaron poco y estorbaron mucho.

Su desdibujada imagen nos deja, en este proceso electoral, el aprendizaje de que no sólo importa la persona a quien elegimos, tremenda relevancia tiene quien lo habrá de acompañar en el ejercicio de su gobierno, tanto en las alcaldías como en el gobierno del estado. Quien rodea y apoya al hoy candidato/a seguramente estará a su lado en su gobierno, exijamos por lo menos que sean personas con ganas, con voluntad y no como los que hoy demuestran que su mayor habilidad es la capacidad de volverse invisibles, aún y cuando ocupan áreas estratégicas de la administración pública.


Quien venga a buscar nuestra confianza, que de una buena vez, nos deje claro quiénes van con él, pues sólo así tendremos realmente la oportunidad de tomar una decisión bien valorada.

jueves, 5 de marzo de 2015

¿Cuánto tiempo más? Movilidad Urbana

El martes 3 de marzo fue presentado con bombo y platillo el proyecto de movilidad urbana, al menos la parte que corresponde a los dos nuevos circuitos que recorrerán unidades de piso bajo, proyecto con el cual la administración estatal responde a las necesidades de movilidad, eso dijeron en el discurso y hablaron de los beneficiarios, pero lo que omitieron fueron los grandes pendientes.


Quienes hoy nos gobiernan, tanto en el ámbito estatal como municipal, no han asumido un verdadero compromiso con el desarrollo y la movilidad, conceptos que van de la mano. No se puede pensar en una ciudad o un estado prospero si no tiene los medios de transporte ordenados y garantizados.


En San Luis Potosí capital y zona conurbada, hay pocas opciones para transportarse, caminar a la escuela o al centro laboral, es un privilegio de pocos, pues las grandes distancias, la falta de espacios adecuados y la inseguridad persuaden a cualquier peatón.


Viajar en bicicleta parece más bien un deporte de alto riesgo, pues de nueva cuenta los factores adversos se conjuntan, falta de espacios seguros para transitar, falta de cultura vial, inseguridad, lo vuelven una opción inviable, aunque única para muchos que no tienen otra alternativa.


Tener un automóvil privado es considerado por nuestras autoridades todo un lujo y nos lo cobran como tal, gasolina cara, licencias caras y que no garantizan conocimiento y habilidades de manejo, derechos vehiculares, foto multas, hacen que mantener un vehículo en regla sea demasiado costoso.


Y finalmente, el transporte público, inseguro, con mal servicio, poca cobertura, caro, con horarios a capricho, y tantas y tantas cosas más.


Con todo esto, la movilidad debería ser una prioridad para los gobiernos, y debería estar en congruencia con planes de desarrollo urbano y económico, con una visión a futuro, que incluyera opciones para todos, accesibles a la realidad de los ingresos de los potosinos.



Lamentablemente esto no sucede, estamos atados por conveniencia política a un grupo de permisionarios que dominan el tema del transporte y a cuyos intereses obedecen las autoridades y mientras tanto, quienes pagamos la factura somos los ciudadanos, ¿cuánto tiempo más?