miércoles, 24 de junio de 2015

Reformas de papel

La Reforma Educativa se ha convertido, en los últimos días, en tema de discusión entre los diferentes poderes, partidos, sectores, etc; y no es para menos después de los hechos recientes, cuando previo a la jornada electoral, de manera sorpresiva y sin mayores explicaciones, la Secretaría de Educación anunció la suspensión de la evaluación magisterial, tema neurálgico de la Reforma.


Es evidente, pese a los argumentos del Secretario de Educación, Emilio Chuayffet, que la suspensión temporal no obedeció a cuestiones técnicas, sino políticas, en donde lo que se trató fue de calmar los ánimos en una jornada electoral, ya de por sí candente. Vale la pena mencionar que en lo político, la estrategia no funcionó, pues de igual forma la CNTE hizo de las suyas durante la jornada del 7 de junio.


Pero tan fallida como la estrategia, ha resultado en general la Reforma Educativa, que prometía transformar la educación en nuestro país y que pretendía justificar su existencia bajo el argumento de que elevaría la calidad educativa, cosa que no ha sucedido, y que no se sorprendan y se rasguen las vestiduras nuestros legisladores federales porque gran parte del fracaso de esta reforma, y del resto de las aprobadas de manera reciente, tiene que ver con el cómo fueron construidas y cómo se paso de lo ideal a los posible, con tal de que tuvieran aprobación de las diferentes bancadas.


La Reforma educativa sólo es el botón de muestra actual, pero lo mismo sucedió con la Reforma Laboral que prometía generar empleos con su simple aprobación y que hasta ahora no ha resultado de la mejor manera.


En el caso de la Reforma Educativa, no se ha mejorado sustancialmente la calidad educativa, no se ha logrado transformar al magisterio, si bien se han exhibido las carencias en la formación de los docentes, hasta ahora, esa reflexión no ha servido de punto de partida para la transformación de las escuelas normalistas. Y de fondo, no se ha cambiado la realidad, en donde la educación que se imparte en nuestro país es totalmente inequitativa y no garantiza igualdad de oportunidades.


Si se piensa que con la aprobación de las reformas ya se ha transformado a México, se parte de un gravísimo error, primero porque no se aprobaron con la amplitud necesaria y segundo porque ni se están implementando a cabalidad, ni se están obteniendo lo resultados esperados.



De tal forma que lo que tenemos hasta ahora, son reformas de papel.

miércoles, 17 de junio de 2015

Del Premio Estatal de Periodismo 2015 y otras cosas

En el marco de la entrega del Premio Estatal de Periodismo 2015 compañeros de los medios de comunicación se manifestaron en contra de la forma en que elige a los ganadores del Premio Estatal de Periodismo.


A título personal comparto:


1. Sin duda todos los que han sido acreedores al premio, a lo largo de su historia, merecían el reconocimiento por su trabajo.



2. Sin embargo, es cierto que desde hace tiempo se ha señalado que las categorías no son claras y tampoco los criterios de calificación.



3. He recibido premios estatales de periodismo en varias ocasiones y aunque me he sentido muy honrada, reconozco que lo deseable y meritorio sería que fuera el gremio quien premiara.



4. Lamento mucho que al Premio Estatal de Periodismo no se le dé la importancia, ni la seriedad debida, pues eso muestra la falta de valoración a la labor que llevamos a cabo diariamente.



5. Me pronuncio por la unidad del gremio.








miércoles, 10 de junio de 2015

Gallardía

Esta semana planeaba escribir sobre la jornada electoral, reflexionar sobre los resultados y las valiosas lecciones que nos deja el proceso como tal, sin embargo, confieso que la entrevista que realice esta mañana de martes al virtual ganador de la Presidencia municipal de la capital potosina, me ha dejado con varias ideas dando vuelta en la cabeza, mismas que le comparto.


En la última parte de 2014, cuando se dibujaban los escenarios que podrían vivirse en la elección de 2015, sonaba con fuerza el nombre de Ricardo Gallardo, pero se trataba de Ricardo Gallardo Cardona, como carta fuerte de la izquierda para buscar gobernar a San Luis Potosí. Aun y cuando se escribió la historia por todos conocida, el proyecto de los "gallardistas" ya estaba construido y terminó por concentrarse en el impulso a Ricardo Gallardo Juárez en busca de la Presidencia Municipal de la Capital.


La estrategia durante la campaña fue clara en dos vías, que según lo compartido por el ahora virtual ganador, se mantienen. Gallardo Juárez no se pelea con la iniciativa privada, no de manera generalizada, al contrario, hasta parece reconciliarse hablando de agilizar trámites, impulsar al generador de empleos, impulso a la formalidad y freno a la corrupción, sin embargo, tiene sus dardos bien apuntados y eso es evidente.


La segunda vía, la gran apuesta en la campaña y que ahora debe convertirse en compromiso, fue el acercamiento con los más desprotegidos, con los menos favorecidos, con esa mayoría ignorada durante tanto tiempo, durante tantas administraciones.


Desconozco si el mismo Gallardo y su equipo alcanzaron a dimensionar la magnitud y el alcance de un mensaje que se lanzó a los que menos tienen, a los que no les importa arriesgar porque ya no tienen nada que perder, pues ese llamado no toco sólo a la clase baja, también tuvo eco en una clase media que se siente cada vez más golpeada, más inconforme.


El triunfo contundente de Ricardo Gallardo deja al descubierto y da una lección amplia, más de lo que se percibe a simple vista y que muestra el hartazgo de los ciudadanos que ya "no temen" probar algo diferente, evidencia un castigo hacia los dos partidos que tuvieron la alternancia, que tuvieron la oportunidad y que fallaron. Muestra, además, que la desigualdad en San Luis Potosí cala hondo y demanda atención. Demuestra que un individuo es capaz de mover más de lo que mueven las instituciones políticas, con todo lo que ello implica.


Esto que escribo no es una ocurrencia, ni resulta de una simpatía personal, es la simple lectura de hechos que deben llevar a la reflexión a quienes han fallado, a quienes están acertando, pero sobre todo a los ciudadanos, porque hoy que hay ganadores en la contienda se llega el momento de exigir resultados, ya pasó el tiempo de las promesas y quienes ayer buscaban nuestro voto, hoy deberán de comenzar a demostrar que vienen a trabajar, no llegar a sentarse a la silla a planear qué van a hacer.



Los primeros días de la administración de Gallardo serán claves para afianzarse en la confianza de quienes votaron o no votaron por él. Las expectativas ciudadanas que llevan a Gallardo a la Presidencia Municipal de la capital le implican una gran responsabilidad, ya veremos cómo responde y por el bien de los potosinos, ojalá haga las cosas bien.

miércoles, 3 de junio de 2015

De deudas y culpas


Este domingo 7 de junio, los potosinos tendremos la posibilidad de elegir a quien habrá de encabezar el gobierno estatal, los 58 ayuntamientos de San Luis Potosí, quienes habrán de integrar la legislatura local y quienes nos habrán de representar en la Cámara baja del Congreso de la Unión.


La decisión es más que trascendental, si tomamos en cuenta que las consecuencias de esta decisión las cargaremos no por tres o seis años, sino por muchos años más, pues las malas actuaciones de gobierno tienen efectos a largo plazo y eso lo sabemos bien los potosinos.


Haciendo un balance de estas campañas políticas, es cierto que nos sobran razones para sentirnos desencantados con la autoridad electoral, con los partidos, con sus candidatos, pero eso no puede, no debe ser un pretexto para sustraernos de la posibilidad de participar en esta elección.


Es cierto, la autoridad electoral nos quedó mucho a deber, en la práctica no propició el debate de ideas. Con su sobrerregulación de los medios, quedó muy lejos de preponderar las propuestas como había prometido, además le tembló la mano, le faltó energía para sancionar a los que reiteradamente violaron la ley electoral. En conclusión, el INE ha demostrado hasta ahora, ser una institución en pañales, a la que le falta mucho, pero mucho, para ser garante de democracia.


Es cierto, además, que los partidos nos quedaron a deber, no estuvieron a la altura, no presentaron candidatos que realmente representen un liderazgo inspirador, no mostraron sus mejores perfiles, se enfrascaron en luchas internas que les costarán, a unos, más que a otros. Los partidos demostraron que no son capaces de ponerse de acuerdo, ni de evolucionar, ni de erradicar viajes practicas, vamos, ni siquiera de respetar la ley.


También es cierto, que los candidatos y candidatas también quedan a deber, pues en general no demostraron ser personas confiables, preparadas, con vocación de servicio. No presentaron propuestas o proyectos claros, se excusaron en la ley electoral para mostrar lo menos de si, no se esforzaron realmente por ganarse a la gente, pues siguen pensando como los políticos de antaño, que con sólo saludar de mano a los posibles electores, abrazar viejitas, cargar niños para la foto y reclutar asistentes a sus mítines, ya tienen la elección ganada.


Todo eso es cierto, por mucho, éstas no han sido las mejores campañas para San Luis Potosí, pero eso no debe desalentar la participación ciudadana. Elegiremos de entre los peores al menos peor, dicen algunos. Sin embargo por lo menos tenemos la opción de elegir y eso siempre será mejor que dejar que otros nos impongan.
Este 7 de junio podremos mandar mensajes claros con nuestro voto, para premiar, para castigar, para probar y dar oportunidad, cualquiera que sea el sentido de nuestro voto, lo importante es que no lo dejemos pasar, que aprovechemos esa oportunidad y la hagamos valer, con un voto bien razonado, bien valorarlo, con un voto que hable por nosotros, pensado en San Luis Potosí.



Por eso, este domingo 7 de junio nos veremos en los centros de votación.