Esta
administración estatal está apunto de terminar pero las consecuencias y los
problemas que heredará a la siguiente no se esfumarán tan rápidamente como
quienes los han causado.
Como
muestra, el tremendo lío en el que se encuentra, la que pudo ser, la mayor
inversión transnacional en los últimos años para San Luis Potosí, la BMW.
Es
inconcebible e inexplicable que se apostara tanto por la BMW y que a la vez, se
pusiera en riesgo de forma deliberada, su instalación en territorio potosino. Y
es que no se puede entender de otra manera, pues sería igualmente gravísimo que
el Secretario de Desarrollo Económico, Fernando Macías se dijera hoy
sorprendido por todos los problemas que giran en torno a la instalación de la
empresa alemana cuando fue él quien gestionó los terrenos donde debería
edificarse.
Es
de suponerse que el Secretario de Desarrollo Económico debió haber indagado y
cuidado todos los detalles para que no se generara el más mínimo problema en
torno a esta inversión. Pero tal parece
que se hizo todo lo contrario, pues de manera irresponsable, se gestiona la
instalación en terrenos emproblemados, con conflictos legales y para favorecer
a un grupo de empresarios de dudosa reputación, incluso bajo investigación,
unos por temas de negocios y otros por cuentas pendientes a su paso por la
función pública.
Otro
botón de muestra del rosario de problemas que dejará esta administración
estatal, es el proyecto fallido de movilidad, cuyo estudio base costó millones
de pesos y terminó en una carpeta en el escritorio del Secretario de
Comunicaciones y Transporte y una copia, en el despacho de la Secretaria de
Desarrollo Urbano Vivienda y Obras Públicas, pues aunque mucho se presumió que
quedaría lista, por lo menos la primera etapa, al cierre de esta administración
estatal, ni los recursos se tienen seguros y por ende la licitación y el resto
del proceso, se encuentra detenido y sin tener para cuándo.
Lo
preocupante, no sólo para el Gobierno que habrá de recibir la estafeta, sino en
general para los ciudadanos, es que es justo al cierre cuando afloran los
pendientes y los problemas. A los ya mencionados y demás conocidos, se suma una
nueva historia, que han dejado al descubierto trabajadores del sector salud,
quienes hoy padecen incumplimientos por parte de la empresa contratada por la
Secretaria de Salud para llevar la nómina y las cuestiones laborales del
Hospital de Soledad.
Atraso
en el pago de la nómina, omisión en el pago de horas extras y otras
deficiencias en el servicio, son algunas de las quejas de trabajadores de ese
centro hospitalario, todo porque se decidió contratar una empresa que no
muestra la capacidad para brindar el servicio adecuado a un cliente como es el
sector salud.
Es
claro que los perjudicados por las fallas de la empresa, son los trabajadores
que cuentan con su sueldo, producto de su esfuerzo y que ven pasar los días sin
recibir un sólo peso y teniendo que tronarse los dedos sin poder pagar cuentas,
tener certeza laboral y sin poder garantizar el pan en la mesa de sus familias.
Ojalá
y esta administración estatal saliente tuviera la responsabilidad, por lo menos
de limpiar su cochinero, de obligar a los funcionarios que tantos problemas han
causado, a dejarlos resueltos y no heredar a la siguiente, un cúmulo de
conflictos.