En la última entrega del Oscar, el cineasta de origen mexicano, Alejandro González Iñárritu aprovechó su momento y los reflectores puestos sobre él para, de manera breve, precisa y directa, plasmar lo que le duele a los mexicanos de éste y del otro lado de la frontera.
Cruzar
el río siempre ha sido una tremenda tentación para los mexicanos, con o sin papeles,
debido a la falta de oportunidades en México. Campesinos, deportistas, artistas por igual, buscan el
sueño americano, aunque algunos
encuentran una pesadilla.
Hace
tiempo que Estados Unidos de Norteamérica dejó de ser tierra de oportunidades para todos y reservó
sus bondades sólo para unos cuántos,
grupo en el que se encuentra González Iñárritu. Pero el cineasta mostró con su mensaje, que aún y
cuando pertenece a un grupo
privilegiado, no está ajeno al dolor de
sus paisanos.
Los
mexicanos padecemos en nuestra tierra, por inequidad y la falta de oportunidades, por la corrupción,
la pobreza, la inseguridad y en general
por la falta de liderazgos responsables y comprometidos. Sufrimos de éste lado y sufrimos de aquel.
Los
11.7 millones de mexicanos que viven en EU y que representan el 4% de la población en ese país, son los
mismos que padecen la discriminación,
la falta de garantías y en el caso de los indocumentados, la persecución.
Aún
y cuando el vecino país del norte fue construido gracias a la migración, aún y cuando el 40% de
las empresas del Fortune 500 fueron fundadas
por inmigrantes y dan empleo al 10% de los trabajadores en EU, nuestros paisanos siguen siendo tratados como
ciudadanos de segunda, incluso los
que tienen su estancia legal.
Efectivamente,
el gobierno norteamericano nos ha quedado a deber con su política migratoria, pero más nos
han quedado a deber los gobiernos mexicanos.
Reconocimientos
como éste, a González Iñárritu, a científicos, deportistas mexicanos, etc. Deberían
ser motivo de tremenda vergüenza para
el gobierno mexicano porque son la evidencia palpable e innegable
del talento mexicano que no encuentra los
espacios, ni la proyección en
casa.
casa.
Mientras
de éste lado de la frontera impere el caos y la crisis seguiremos teniendo unos cuantos mexicanos
brillando en el exterior y miles
padeciendo hambre en su tierra.