Retórica, retrógrada

Al cierre de 2014 se generaron muchas expectativas sobre cómo habrían de vivirse las campañas para la elección de 2015 y no era para menos dado el escenario y lo que está en juego en este proceso electoral.

En la elección del 7 de junio de 2015 los potosinos elegiremos al próximo gobernador o gobernadora de nuestro estado, renovaremos la representación en la Cámara de Diputados, decidiremos quienes integrarán la legislatura local y quienes encabezarán los 58 municipios de la entidad.

Eso no es todo, en esta elección el PRI se juega su permanencia en el poder, el PAN la posibilidad de la alternancia, el PRD su consolidación como fuerza partidista y los partidos nuevos, su registro.

De ahí que la expectativa sobre cómo se darían las campañas fuera tan elevada. Sin embargo, pareciera que los partidos políticos y sus candidatos no se dan por enterados de la relevancia de este proceso, pues lo que hasta ahora hemos visto son campañas que "no prenden", no motivan, no convencen, no inspiran.

No hay fuertes liderazgos que muevan multitudes, pero tampoco hay proyectos que convenzan a los electores.

Se firman compromisos, se abrazan niños y viejitas, se lanzan frases carentes de impacto y de fondo, los candidatos están caminando mucho, pero convenciendo poco.

El partido en el poder pareciera querer acabar rápido con la campaña, nadar de muertito y evitar las complicaciones, mientras que los partidos de oposición tampoco han hecho valer su condición, han desaprovechado oportunidades valiosas que podrían haber capitalizado a su favor como el rompimiento en el PRI, el papel del gobierno en turno, la exhibida de un jefe policiaco como operador político. Pero a los partidos de oposición tampoco les ha interesado poner la agenda, abrir el debate, propiciar la confrontación de ideas.

Se acerca el 8 de mayo, día del primer debate entre los candidatos y la candidata a la gubernatura, ya veremos si van preparados, si dan batalla o si terminan por aburrir a los electores.

Mi pronóstico en este momento, es que el ejercicio no servirá de mucho si los candidatos y la candidata no dan de sí.