Ya se veía venir

Tal y como lo sospechábamos, la Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública de nueva cuenta y ahora, de manera indefinida, ha pospuesto su dictamen con respecto a si se debe o no hacer público el convenio entre Gobierno del Estado y la BMW.

El principio parece demasiado simple, involucra dinero público, debe ser público. Sin embargo, los Comisionados de la CEGAIP se las han arreglado para mantenerlo oculto.

Ante la falta de argumentos para mantenerlo en reserva, le han apostado a ganar tiempo, suficiente como para despedir a esta administración estatal sin develar a qué comprometió a las próximas administraciones y por ende, a los ciudadanos y las próximas generaciones.

El empeño por dilatar la resolución de la CEGAIP no da una buena impresión, al contrario, "el órgano garante de transparencia" demuestra que, independientemente de lo que diga la ley que le dio vida, no son un órgano independiente, sigue supeditado a las decisiones gubernamentales, y no se trata de una apreciación, con esta insistencia en ocultar, es lo que queda al descubierto.

Es una verdadera lástima, porque a estas alturas, los potosinos mereceríamos un gestor en materia de transparencia y no un candado más.

En este caso, la CEGAIP tuvo la oportunidad de hacer historia y de marcar los parámetros de la transparencia, de desvincularse, de romper las ataduras y de ponerse, realmente del lado del acceso a la información pública, pero sus comisionados decidieron no hacerlo, prefirieron nadar de muertito, aunque esto represente, realmente la muerte de ese órgano, sin mayor credibilidad, ni confianza ciudadana.

Más allá de lo que tarde o temprano conoceremos de este convenio, el papel de la CEGAIP es una verdadera pena.