En los últimos años
los partidos políticos en México han sufrido una serie de transformaciones y
cambios que han vuelto más complejo el poder entender lo que representan en el
sistema democrático y de gobierno.
Debido a estos
cambios, y bajo el argumento de la transformación o la renovación, es cada vez
más complicado percibir a simple vista las ideologías y los principios de
partidos, más de una vez los hemos visto enarbolar banderas que jamás
hubiéramos imaginado.
Pero en el caso de
San Luis Potosí, este fenómeno se torna cada vez más interesante.
Se dice que el
poder desgasta, un mal gobierno, una mala percepción ciudadana, pasa la factura
en las urnas, pero lo mismo sucede con una mala oposición que se vuelve
comparsa o no entiende, y por ende, no representa a los ciudadanos.
Eso le pasó al
Partido Acción Nacional, que en algún momento logró la alternancia, pero que no
mostró contundencia y que al volver al papel de oposición, se fue achicando y
cavando cada vez más profundo.
Desde la
profundidad, los panistas tratan de salir, unos pisando a otros, otros,
tratando de rescatar lo que queda, ya veremos si aprenden, ya veremos si
enmiendan, o caso contrario, ya los veremos destrozarse hasta acabar con su
partido.
Del lado de la
izquierda la situación no es muy diferente, los rompimientos y la falta de
acuerdos han mantenido al PRD desdibujado en San Luis Potosí, y que no se
confundan los perredistas, los triunfos recientes obedecen a un liderazgo, a un
apellido, Gallardo, apellido con la fuerza suficiente como para cargar a todo
un partido político. Sin embargo, a pesar del fuerte liderazgo, el partido del
sol azteca sigue siendo débil, sin estructura, con rompimientos, envidias y
rencores, cuyo único punto de cohesión hoy, es la gallardía.
En el resto de los
partidos políticos con presencia en SLP las cosas no son muy diferentes,
partidos familiares, partidos de un sólo rostro, partidos satélite, muchos
partidos y muy pocas opciones.
Esta pausa
electoral es un excelente momento, con los resultados del 7 de junio todavía
frescos en la memoria, para que los partidos políticos reflexionen, realmente
analicen su situación y recompongan, caso contrario, se les pasara la factura,
pues los potosinos ya demostraron que no temen a la alternancia, ni al cambio,
algunos dirán que es porque ya no hay mas que arriesgar, peor no nos puede ir.
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