miércoles, 1 de julio de 2015

De partidos bien partidos

En los últimos años los partidos políticos en México han sufrido una serie de transformaciones y cambios que han vuelto más complejo el poder entender lo que representan en el sistema democrático y de gobierno.
Debido a estos cambios, y bajo el argumento de la transformación o la renovación, es cada vez más complicado percibir a simple vista las ideologías y los principios de partidos, más de una vez los hemos visto enarbolar banderas que jamás hubiéramos imaginado.


Pero en el caso de San Luis Potosí, este fenómeno se torna cada vez más interesante.
Se dice que el poder desgasta, un mal gobierno, una mala percepción ciudadana, pasa la factura en las urnas, pero lo mismo sucede con una mala oposición que se vuelve comparsa o no entiende, y por ende, no representa a los ciudadanos. 


Eso le pasó al Partido Acción Nacional, que en algún momento logró la alternancia, pero que no mostró contundencia y que al volver al papel de oposición, se fue achicando y cavando cada vez más profundo.
Desde la profundidad, los panistas tratan de salir, unos pisando a otros, otros, tratando de rescatar lo que queda, ya veremos si aprenden, ya veremos si enmiendan, o caso contrario, ya los veremos destrozarse hasta acabar con su partido.


Del lado de la izquierda la situación no es muy diferente, los rompimientos y la falta de acuerdos han mantenido al PRD desdibujado en San Luis Potosí, y que no se confundan los perredistas, los triunfos recientes obedecen a un liderazgo, a un apellido, Gallardo, apellido con la fuerza suficiente como para cargar a todo un partido político. Sin embargo, a pesar del fuerte liderazgo, el partido del sol azteca sigue siendo débil, sin estructura, con rompimientos, envidias y rencores, cuyo único punto de cohesión hoy, es la gallardía.


En el resto de los partidos políticos con presencia en SLP las cosas no son muy diferentes, partidos familiares, partidos de un sólo rostro, partidos satélite, muchos partidos y muy pocas opciones.


Esta pausa electoral es un excelente momento, con los resultados del 7 de junio todavía frescos en la memoria, para que los partidos políticos reflexionen, realmente analicen su situación y recompongan, caso contrario, se les pasara la factura, pues los potosinos ya demostraron que no temen a la alternancia, ni al cambio, algunos dirán que es porque ya no hay mas que arriesgar, peor no nos puede ir.



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